5/7/10

El ojo y la cámara: entrevista a Luís Gramajo




SABIDURIA DE VIDA A TRAVES DE LAS IMAGENES. Así denominó Osbaldo Bayer la 21ª edición de la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino. Los protagonistas de esta otra forma del Arte son los reporteros gráficos y Luís Gramajo, quién hace 40 años trabaja como fotógrafo en distintos medios gráficos y fue director del departamento de fotografía del diario Crónica, cuenta lo que las fotos significan hoy en día, y cuál es el trabajo y el objetivo de un fotoreportero.


Muestra Palais de Glace. WALTER PATRICIO CABRAL. Buenos Aires, diciembre de 2009, Estudiantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) enfrentan a las fuerzas policiales en pleno centro de la ciudad mientra se realiza la Asamblea Universitaria para votar la reelección del rector de la UBA, Rubén Hallú.



¿Cómo nació tu deseo de ser fotógrafo?

Luís Gramajo: Fue una casualidad. Entré a trabajar a una editorial y el jefe me preguntó si prefería dibujar o sacar fotos, como yo de dibujo no sabía nada, elegí fotografía. De a poco empecé a sentir amor por esto, porque no solo el fotoperiodismo, toda la fotografía se debe hacer con amor. Conozco un montón de gente que piensa que con apretar un botón alcanza, y no es así. Yo disfruto de la foto; las saco, las miro varias veces y las trato de mejorar.


¿Cuándo empezaste a relacionarlo con el periodismo?

L.G: A los 22 años empecé a trabajar en la editorial Atlántida donde hice la revista Folclore. También estuve en diarios y revistas políticas hasta que me llamaron del viejo diario La Razón donde trabajé por once años hasta que cerró. Ya en el último tiempo era jefe de departamento. Un día me llamo Félix Laíno y me pidió que trabajara para él. Y tuve suerte, porque después de que él se fue, vino Jacobo Timermann y también le gustó mi trabajo; así que me quedé como director periodístico hasta que cerró. Después me llamaron de Crónica y trabaje casi 19 años, también como director.


¿Cuál es el principal objetivo de un fotoperiodista?

L.G: Buscar algo más, a primera vista hay cosas que se ven, pero hay otras que no , y son éstas las que tenés que buscar, porque no hay que llenarse con lo que uno tiene. Tiene que se un detalle extra que complemente la nota.


Muestra Palais de Glace. FERNANDO GENS. Buenos Aires, 16 de mayo de 2009, Disputa por el cinturón supergallo en el estadio Luna Park. Mauricio Muñoz, quien resultara ganador, recibe un golpe de Diego Loto


¿Cuál es para vos el código ético o moral que debería respetar cualquier profesional del fotoperiodismo?

L.G: La privacidad no, porque a veces es necesario mostrar algunas cosas, ese es nuestro trabajo ¿no? Para mí lo más importante es no robar la foto que hizo un compañero. Cuando vas caminando, buscando algo especial y lo encontrás, y te llevó mucho tiempo, molesta que un compañero lo va vea y en dos minutos saque la misma que vos. Eso es no tener código, ni ética, no lo soporto.


¿Dónde crees que están los límites para no invadir la intimidad de una persona?

L.G: Una vez un hombre me dijo: “Vos sabes que estoy en trampa ¿para qué me sacas una foto entonces?” Era un tipo muy famoso, y dije: nunca más. Ése es mi límite: no arruinar con mi foto la vida de nadie, y lo cumplo a raja tabla.


En este mundo que está sobresaturado de imágenes ¿Qué lugar tiene la fotografía?

L.G: Yo creo que la fotografía perdió cierto encanto desde que está la televisión. Porque la foto sigue siendo una imagen muda y la tele ya superó todo; imágenes en movimiento, tomas de todos lados, un zoom con más alcance. La foto no puede competir. Donde no está la televisión, ahí sí podes buscar algo más, pero tenes que buscar mucho y si pescas algo, aprovecha y no lo digas. Yo si pero algo no lo voy a decir, en eso soy muy egoísta, pero es defender la fuente de trabajo.


¿Cuál es la importancia de la foto en una nota?

L.G: Yo creo que la foto acompaña. Lo que impacta en serio es la nota. Porque vos no compras un diario para ver fotos, sino para informarte de lo que pasó leyendo la nota. Yo creo que la foto es un elemento que muestra algo, pero a la larga la gente se queda con lo que leyó. Hay muchos fotógrafos que te van a decir lo contrario. La verdad es que el fotoperiodista se tiene que poner de acuerdo con el cronista, quién te va a explicar de qué manera va a encarar la nota, y no podes hacer una foto que muestre lo contrario, tiene que ser algo que se asemeje a lo que se está escribiendo.

Muestra Palais de Glace. CARLOS DÍAZ AZCUE. Buenos Aires, 2 de abril de 2009, Decenas de miles de personas despiden los restos del ex residente argentino Raúl Ricardo Alfonsín


¿A qué llamarías una “buena foto”?

L.G: Algo que sea impacto visual, un hecho trascendente. Cuando la foto logra que se recuerden los hechos a través de ella. Eso sería una buena foto; cuando es al revés de lo que te decía antes., no que la foto este simplemente acompañando sino que digas “vi tal foto y me acordé de tal hecho”.


¿Cuándo trabajabas en crónica el trabajo del fotoperiodista también era acompañar al cronista?

L.G: En ese diario no es tan así, pero sólo en ese, porque es un diario muy atípico. En Crónica es al revés; se adecua el cronista a la foto. Si agarras un diario Crónica son puras fotos y notas muy cortas y simples. El título original del diario siempre fue “Líder en primicias y fotografías”; siempre se le dio mucha importancia a la foto. El fundador del diario era fotógrafo, entonces él le daba prioridad a lo que le gustaba: las fotos y la prensa amarilla. Y está bien que sea así porque hay mucha gente le gusta ese formato. Es un diario para un público de nivel bajo, y ojo, no lo critico, pero cuando salió lo consumía la gente más pobre. Es de lectura rápida, muchas fotos, policial, fútbol y espectáculos. Vos querés leer y te compras La Nación o Página 12,porque las notas que tenés son análisis y visiones de los cronistas; en Cŕonica eso no está; se cubren cosas como un tipo debajo de un tren. Es que el público de ese diario está esperando ver eso.


¿Qué sentías cuando, por ejemplo, te tocaba fotografiar un accidente?

L.G: Me ponía el caparazón, como el bombero. No me causaba nada, no a esta altura. Era mi trabajo, y no sentía nada, para nada.



21ª edición de la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino, que desde el 1 de julio se puede apreciar, de manera gratuita, en el en el Palais de Glace (Posadas 1725). Las 250 fotografías que allí se exponen corresponden al trabajo de diversos reporteros gráficos de distintos medios, durante el 2009.


0 comentarios:

Publicar un comentario