"Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé" escribió una vez Enrique Santos Discépolo en su tango Cambalache, y no estaba tan equivocado. El jueves pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Rusia, Dimitri Medvedev, lo confirmaron. Reunidos en Praga, firmaron el tratado START II (Strategic Arms Reduction Talks), que supone reducirán su armamento nuclear en un 30 por ciento en busca de, según las palabras de Obama, "paz y seguridad de un mundo sin armas nucleares".
¿Pero esta idea no supone una eliminación de un 100 por cierto de este arsenal? Que disminuyan la cantidad de armas no hace la diferencia si se tiene en cuenta que con sólo utilizar una de ellas se puede hacer, de grandes superficies de la Tierra, lugares inhabitables.
Sólo hace falta recordar la Topol-M, que fabricaron los rusos en 1992, con una ojiva de 550 kilotones de potencia y con la capacidad de modificarla para sumarle seis más. Claro, sin contar las más de 26 mil armas nucleares activas que había hace sólo cuatro años en el mundo, según el informe del Boletín de Científicos Atómicos (julio, 2006). Es cierto que muchas de ellas actualmente se encuentran fuera de servicio, sin embargo, esto no significa que hayan sido destruidas sino que se encuentran parcialmente desmanteladas.
Además, no hay que ser ingenuos y pensar que lo hacen de bondadosos, menos aún sabiendo que 1,5 billón de dólares del capital mundial es destinado cada año a la producción de armamento (62a Conferencia Anual DIP/ONG). Ni para Estados Unidos, ni para Rusia el desarme nuclear les será significativo, ya que las armas de las cuales están dispuestos a deshacerse son los ejemplares más antiguos, y su rendimiento ya no es óptimo comparado con las actuales de mayores capacidades destructivas.
La pregunta fundamental es por qué si se busca un mundo libre de guerras, el tratado apunta a la reducción del arsenal nuclear -Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés)- y no a la eliminación definitiva del mismo. Obama proclama la paz pero pretende tener armamento bajo el colchón.
Del dicho al hecho hay un gran trecho, como suele decirse.
1 comentarios:
felicitaciones Michele muy bueno el post, pero q se puede esperar de obama y de Estados Unidos. Ademas sigo sin entender como pudo ganar el Premio Novel de la Paz, si lo unico q hace es guerras y mas guerras... beso y muy bueno sigue asi.
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